Dicen que la mayoría de personas que se dedican a ayudar a otras tienen detrás una historia de cambio y transformación. Lo cierto es que la mía también lo es.

He dedicado 15 años de mi trayectoria profesional al sector del turismo, 9 de los cuales al mundo de la touroperación, donde llegué a desempeñar un puesto de responsabilidad en una multinacional de los viajes. Era una profesión que me daba un salario fijo cada mes y una estabilidad económica, pero no me llenaba ni tampoco me hacía feliz.

En el último año como profesional en este sector, me encontraba muy cansado y con un tremendo vacío interior. Además, sentía que mi empleo me esclavizaba y que lo que hacía no tenía sentido. Pero lo que más me aterraba era no tener un rumbo, un objetivo profesional, pensar que me iba a quedar siempre trabajando en algo que no me gustaba.

Fue entonces cuando viví mi primera crisis vital y profesional.

Mis valores eran otros, se estaban despertando en mí necesidades de cambio y transformación, y estaba convencido de que tenía que haber otra manera de vivir y trabajar, según mis valores y de una manera más libre y consciente.

Y por si esto fuera poco, a nivel personal me sentía muy insatisfecho, muy triste e infeliz. Soltero y sin pareja, vivía para el trabajo y muy desconectado de mí mismo, con muchos miedos e inseguridades. Tenía la autoestima por los suelos y era una persona muy crítica y dura conmigo misma.

Hasta que en el año 2013, en plena crisis económica española e inmerso en una profunda depresión, dije basta y decidí cambiarlo todo.

Empecé a liderar mi vida, tomé conciencia de que si quería una nueva realidad, recuperar mi alegría y mi auténtico ser, tenía que cambiar primero yo, desde el interior y en muchos aspectos personales.

Pasé a la acción, y el primer paso que tomé fue dimitir de mi cargo de responsabilidad en la empresa donde trabajaba para cambiar radicalmente el rumbo profesional e iniciar el proceso de emprender, que me llevase a crear una profesión que realmente amara y que cuadrara con mis valores y esencia.

Me formé en Coaching y PNL, y muy pronto empecé a ejercer como Coach, al mismo tiempo que inicié un proceso de trabajo interior y me empecé a formar como Terapeuta Gestalt.

Tras pocos meses de empezar a emprender, viví mi segunda crisis personal: mi pareja se quedó embarazada al poco tiempo de conocernos, y esa nueva situación me desbordó. Mi relación de pareja y la nueva situación familiar despertó en mí heridas emocionales profundas que me impedían avanzar y vivir con tranquilidad, y que tuve que sanar. Y en este proceso de sanación me di cuenta de que durante toda mi vida había estado negando mi auténtica masculinidad, con todo el sufrimiento emocional que esto conlleva en la vida de pareja, familiar y profesional.

Eso marcó un punto de inflexión en mi vida, y se me despertó la inquietud de no sólo ayudar a personas que estaban en situación de crisis personal, sino también a hombres bloqueados emocionalmente que no acaban de encontrar su lugar en el mundo.

Gracias al Coaching Ontológico, a la Terapia Gestalt, a la Terapia Corporal Integrativa, a las constelaciones familiares y a un largo proceso de trabajo interior, pude sanar muchas de mis heridas y aprendí a conectar conmigo mismo, mis emociones, mi propósito, mi cuerpo, mi vulnerabilidad, mi autenticidad y mi masculinidad.

Fue una travesía por el desierto en la cual cambié muchas de mis creencias, tomé decisiones importantes y dolorosas, conecté con mis recursos internos, aprendí a fundar mis juicios, a calmar mi mente, a comunicarme de otra manera, a gestionar mis emociones, a conectar con mi cuerpo y a vivir con objetivos.

1. La escucha profunda y la empatía hacia el otro.
2. La escritura.
3. El cuerpo.

 “Acompaño a personas que están pasando por una crisis personal o profesional a superar sus situaciones de bloqueo para que vivan la vida que desean con coherencia y tranquilidad, ayudándoles a sanar sus heridas, a conectar con su autenticidad y recursos internos, y  para ello me sirvo de las disciplinas de Coaching, la Terapia Gestalt, la Terapia Corporal, la sistémica y la escritura”.

Hoy, lidero mi vida,  trabajo en lo que me gusta y soy padre de Arnau.

Si quieres saber algo más de mí, decirte que a parte de mi pasión por el funcionamiento de las personas desde una visión humanista e integrativa, mi segunda gran pasión son los Castells, actividad en la que participo activamente desde hace 20 años y que utilizo como referente para inspirar a personas, profesionales y equipos.

Me encanta escribir, ir en bicicleta y nadar, y soy feliz asistiendo a una buena obra de teatro. Siento especial debilidad por mi pueblo, mi isla, su cultura y su gente. Soy un gran fan de los Antònia Font, me emociono con el Hallellujah de Leonard Cohen y soy capaz de llorar en un buen concierto de Silvia Pérez Cruz.

Los que me conocen dicen de mí que soy una persona creativa, auténtica, tenaz, ilusionada, inquieta y luchadora. Se me da muy bien acompañar a las personas y siento especial pasión por comunicar.

Como Coach y Terapeuta  me he especializado  en ayudar a personas que están pasando por una crisis personal o profesional a superar su situación de bloqueo para que vivan la vida que desean con coherencia y tranquilidad, así como también a hombres que se sienten perdidos y necesitan encontrar su lugar en el mundo.

Y para hacerlo me enfoco en 5 pilares: la claridad mental, la apertura emocional, la flexibilidad corporal, el orden sistémico y la conexión espiritual.

¿Te unes a mi en este maravilloso y apasionante camino?