¿Cómo tener confianza en uno mismo / a? ¿Qué hacer para construirla si la tienes baja?
Muchas veces, uno de los motivos que te impiden cambiar un trabajo mejor, perseguir el sueño de crear tu propio proyecto, atreverte a hablar en público, presentar una propuesta arriesgada a tu superior, dejar a tu pareja o encarar un reto estimulante es la falta de confianza en ti mismo/a.
Y la falta de confianza te mantiene en la parálisis, no te permite avanzar. Y esa sensación es muy frustrante y dolorosa.
La falta de confianza en ti mismo/a se forjó en el pasado, desde el momento en el que tus referentes, papá y mamá, no te dieron el cariño, la seguridad y el reconocimiento que necesitabas.
Ten en cuenta que:
“La confianza es la creencia firme, la seguridad y la esperanza de que serás capaz de actuar de manera adecuada ante determinada situación. Es saber que tienes la capacidad y los recursos para seguir adelante”.
Yo siempre digo que la confianza es un edificio (o más bien una catedral) que se va construyendo piedra a piedra, poco a poco, con paciencia, y desde 2 pilares:
–El estado de conciencia o SER, que es el mundo donde empieza todo, tu subconsciente y engloba tus creencias, tus deseos más profundos, tus heridas emocionales y tus corazas corporales.
–El estado de la acción, el mundo donde las cosas pasan o el HACER, donde encaja todo lo que haces.
Por lo tanto, para tener más confianza en ti mismo / a no sólo es imprescindible pasar a la acción sino que primero hay que abordar un trabajo interior que te permitirá sanar las heridas, regresar a la autenticidad que en un momento de tu vida perdiste para adaptarte y ser fiel al entorno, para evitar el dolor, para ser fiel a papá y a mamá, restableciendo el concepto que tienes de ti mismo / a y así crear el estado emocional adecuado para abordar los retos que la vida te pone por delante.
Me gustaría compartir contigo algunas pautas y estrategias que abordamos en el Coaching Personal y en Terapia Gestalt para que suba el termómetro de tu confianza:
En el ámbito de la conciencia o SER:
–Restablece en ti las necesidades que en su día el niño o la niña que fuiste no obtuvo, como la mirada de papá o el amor auténtico de mamá.
–Cuestiónate y cambia tus creencias limitantes sobre ti y de los demás. Cambia lo que te dices a ti mismo y deja de juzgar.
–Descubre cuáles son tus valores principales, y vive de acuerdo a ellos. Los valores representan lo más importante para ti ahora mismo. Son la fuente de ilusión y energía que impulsa a moverte. Ser fiel a tus valores te ayudará a incrementar la confianza en ti mismo / a.
–Recréate con el objetivo conseguido. Visualiza tu objetivo, genera las emociones que sentirás, las imágenes que verás y los sonidos que escucharás cuando lo hayas conseguido. Eso ayudará a crear en tu cerebro mapas neuronales potenciadores que te impulsarán a avanzar donde quieres.
–Trabaja el merecimiento. Si no crees que te mereces lo que quieres conseguir, no lo conseguirás nunca.
–Toma conciencia de tus miedos y enfréntate a ellos. La mejor manera es aceptarlos, escucharlos, valorarlos y expresarlos.
En el ámbito del HACER o de pasar a la acción:
-Escucha tus necesidades reales y auténticas, márcate pequeños objetivos y persíguelos. Así te obligas a cumplir la palabra contigo mismo/ a (a pesar que muchas veces no te apetezca).
Imagínate que tienes un negocio. ¿Confiarías en un proveedor o profesional que no te provee los pedidos en los plazos acordados? Pues contigo pasa lo mismo. Cada vez que faltas a un compromiso contigo mismo / a, bajas un escalón en tu nivel de autoconfianza.
–Escribe 40, ni una más ni una menos, cualidades y capacidades que tienes. Y verbalízalas en voz alta.
–Escribe 40, ni uno más y ni uno menos, éxitos conseguidos y verbalízalos en voz alta.
–Entrena y mejora la manera de relacionarte con los demás.
Eres un ser relacional, tu éxito personal y profesional dependen de cómo te relacionas con los demás. Entrena la manera que tienes que pedir las cosas, de ofrecer, de hacer acuerdos, escuchar y reconocer los otros.
Una vez leí una frase que me impactó y decía algo así como:
«Los pájaros descansan tranquilos y relajados sobre las ramas de los árboles, no porque no sepan que la rama pueda romperse, sino porque saben que si se rompe, dispondrán de sus alas para poder volar y evitar la caída».
¿Qué te han parecido? ¿Tienes otra estrategia que quieras compartir conmigo? Me encantará conocerla.
Con amor y gratitud,
Pere
Un comentario
Hola Mónica,
Gràcies a tu per llegir-me!
Una abraçada ben forta!
Pere